domingo, 31 de julio de 2011

¿ El Mago?

 LA CARTA SIN NOMBRE DEL TAROT


            Comencemos nuestro viaje por el primer Arcano Mayor... a menos que no sea el último: el MAT (¿el LOCO?), que efectivamente no lleva ningún número. Cosa interesante: posee un espacio para que se puede escribir en el la cifra. A la inversa, la carta XIII, que estudiaremos enseguida, no posee ningún espacio en el que se pueda escribir un nombre. La llamaremos pues "LA CARTA SIN NOMBRE", y NO LA MUERTE.

El MAT, como su nombre indica, es aquel que no tiene color interior, que permanece abierto a todas las posibilidades. Tiene por única posesión solamente su equipaje carnal y ese hatillo que tiene el color y que lleva sobre el hombro (a propósito; intente usted adoptar la posición en la que lo lleva... y tendrá algunas sorpresas). Detrás de él, un animal, del que no se sabe si le empuja o si trata de retenerle. El animal es de color carne. El hombre mira hacia las estrellas. Sin duda se iba a caer. Y sin embargo... su bastón está sólidamente fijado en el suelo. ¿Loco?. No tanto como eso... Quizá ligeramente desequilibrado por la posición de su hatillo y la inclinación su cabeza. Sus zapatos son rojos, como la sangre. Está aferrado a un cierto apetito de vida. Si este personaje está al final del viaje, es porque representa entonces a aquél que se deja guiar por su buena Estrella, que tiene confianza en la vida y que conoce de memoria su camino.

La toma de conciencia de las diversas posibilidades, sensaciones que se abren, se nos ofrece a nosotros.

Pero entonces, dirá usted con angustia o escepticismo: ¿una carta puede decir todo eso o lo contrario?. Pues ese es precisamente el caso, porque los extremos se juntan. Lo que cuenta, sin embargo, no es lo que quiere decir tal o cual carta en general sino lo que significa para nosotros mismos en un determinado momento de nuestra vida. Así, si instintivamente una carta le produce rechazo, no trate de ver en ella una significación positiva... para ocultar un desequilibrio real.

Continuemos nuestro viaje: llegamos al BATELEUR[1]. En una mesa aparentemente paticoja (pero es imposible estar seguro de ello, puesto que no puede verse una de sus patas), están dispuestos diversos objetos. El personaje principal parece mirar a otro lado. Lleva un sombrero rojo de alas anchas caídas - aquí Freud seguramente indicaría una connotación sexual. No estaría completamente equivocado, pues esta carta es, entre otras, la del despertar y la del descubrimiento de las sensaciones - y un traje de Arlequín. En su mano izquierda, tiene una varita amarilla. Su mente está despierta. Gracias a ella puede acceder a un aprendizaje de su cuerpo. De hecho, es posible que el BATELEUR dude entre diversos objetos. ¿Quién es el BATELEUR o mejor dicho, cuando somos nosotros el BATELEUR?. Cuando poseemos los elementos, el potencial para triunfar en lo que hemos emprendido pero debemos ponerlos orden para adquirir la maestría. Esta es la carta del comercio y del intercambio de lo que nosotros poseemos, que puede ser nuestro valor personal. Es también la de la toma de consciencia de las diversas posibilidades, sensaciones que se abren y se nos ofrecen. En su sentido negativo, esta carta nos revela la imposibilidad de elegir entre mil y una cosas, un excesivo mercantilismo que daña nuestra evolución.


                                                                                                 consulta tarot



[1] .- N. T.- BATELEUR significa “Titiritero o payaso”. Lo de MAGO, que es como se le conoce en español, creo que no es una traducción correcta.

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